Cuidados del calzado
• Los movimientos dentro de la lavadora pueden distorsionar la forma y la estructura de su calzado, además el pegamento que une la capellada con la suela podría ser removido.
• Lavar a mano.
• La fricción del secarropa puede dañar los materiales y la estructura.
• El sol puede hacer que los materiales se sequen y se vuelvan quebradizos.
• Secar a la sombra con la suela hacia arriba.
• Evitar el uso de detergentes agresivos, lejía o productos químicos fuertes al lavar su calzado, ya que pueden dañar los materiales y los colores.
• Cambiá tus zapatillas cada 600–800 km si las usás para correr.
• Guardalas en un lugar ventilado, sin apilarlas.
• Rotá modelos si entrenás seguido: ayuda a que los materiales se recuperen.
¿Cuánto duran unas buenas zapatillas deportivas?
Depende del uso, pero en promedio entre 8 meses y 1 año en uso regular.
¿Qué pasa si uso un modelo que no es para mi pisada?
Podés tener molestias, ampollas o incluso lesiones en rodillas o tobillos.
¿Conviene invertir en modelos más caros?
Si entrenás seguido o buscás alto rendimiento, sí. Las gamas superiores ofrecen mejores tecnologías, materiales y durabilidad.
Cuidados de indumentaria
• Evita retorcer en exceso las telas mojadas, ya que esto puede deformarlas o dañar las fibras.
• En su lugar, exprime suavemente el exceso de agua.
• Evite exponer las estampas, broches o etiquetas plásticas a temperaturas elevadas, ya que esto puede ocasionar la pérdida de adherencia de las estampas, así como el derretimiento o la deformación de los broches y etiquetas de plástico.
• Evitar el uso de detergentes agresivos, lejía o productos químicos fuertes al lavar su prenda, ya que pueden dañar los materiales y los colores.
• Siempre verificar las etiquetas y las instrucciones del fabricante para el cuidado y la limpieza adecuada de la indumentaria.
Como limpiar tus Crocs
Cuidados Pelotas
Limpieza y Conservación
• Una pelota bien inflada garantiza rebotes adecuados y protege la estructura interna del balón. La mayoría de las pelotas recomiendan una presión de 7 a 9 PSI.
• Si la dejás caer desde 1,80 m de altura, debe rebotar aproximadamente a la altura de tu cintura.
• No la sobreinfles, ya que podés generar deformaciones o tensión excesiva en los paneles.
• Tanto para pelotas de cuero, sintéticas o de goma, una limpieza regular es esencial para evitar la acumulación de polvo, tierra o sudor.
• Secá siempre a la sombra, sin usar secador ni exponerla al sol o fuentes de calor.
• La limpieza regular mejora el agarre y ayuda a conservar el relieve de la superficie.
Recomendaciones según material
• Pelotas de cuero: Limpiá con un paño suave apenas húmedo, sin mojarla por completo. Secá con un trapo seco. Nunca sumerjas este tipo de pelota.
• Pelotas sintéticas o de goma: Podés usar agua tibia con jabón neutro y un paño o esponja suave. Evitá productos abrasivos.
Almacenamiento Adecuado
• Guardala en un lugar seco y fresco, lejos del sol directo o de la humedad.
• Evitá guardarla en el baúl del auto o al aire libre.
• Mantenela inflada a la presión justa si la usás con regularidad. Si no, podés desinflarla un poco.
• Usala en la superficie correspondiente: las pelotas de goma van mejor para exteriores (cemento, asfalto), mientras que las de cuero o materiales compuestos son ideales para interiores.
• Evitá dejarla bajo la lluvia o exponerla a temperaturas extremas.
Limpieza y Conservación
• Inflado correcto: Verificá la presión recomendada por el fabricante, que suele estar entre 8.5 y 15.6 PSI, dependiendo del tamaño y el modelo.
• No sobreinflar: una pelota demasiado dura pierde sensibilidad y puede dañar el cuero o el recubrimiento sintético.
• Limpiá con un paño húmedo o una esponja suave para eliminar tierra, barro o pasto.
• Usá agua tibia con jabón neutro si necesitás una limpieza más profunda.
• Evitá cepillos duros, productos químicos o detergentes abrasivos que puedan dañar la cobertura exterior.
• Secá la pelota con un trapo seco y dejala reposar a la sombra, nunca al sol directo o cerca de fuentes de calor.
• limpiá la pelota después de cada uso en superficies húmedas o de tierra para conservar su grip y textura.
Almacenamiento Adecuado
• Almacenala en un lugar seco y ventilado, lejos del sol y de temperaturas extremas.
• Evitá dejarla en el baúl del auto, al rayo del sol o bajo la lluvia.
• Guardala con presión, idealmente con la medida recomendada por el fabricante.
Recomendaciones adicionales
• Usala en la superficie para la que fue diseñada: pasto natural, sintético o cemento. Cada tipo de pelota responde diferente según el terreno.
Limpieza y Conservación
• Inflado correcto: Verificar la presión recomendada por el fabricante, que suele oscilar entre 9.5 y 10 PSI (libras por pulgada cuadrada).
• Después de cada uso, especialmente si jugaste en condiciones húmedas, fangosas o con césped artificial, es importante limpiar la pelota
• Usá un paño húmedo o cepillo suave para retirar tierra, barro o césped adherido.
• Evitá productos abrasivos o químicos fuertes. Un poco de agua tibia con jabón neutro es suficiente.
• Secá la pelota al aire libre pero a la sombra, nunca al sol directo ni con secador, ya que puede resecar el material o deformarlo.
• Tip práctico: si usás la pelota con frecuencia, programá una limpieza más profunda cada 15 días o tras cada uso exigente.
Almacenamiento Adecuado
• Mantenela en un lugar seco y ventilado, lejos de fuentes de calor o frío extremos.
• No la dejes al sol por largos periodos, ya que los rayos UV deterioran el recubrimiento exterior.
• Guardala con aire, con la presión recomendada, para conservar su forma.
Recomendaciones adicionales
• Usá la pelota en la superficie para la cual fue diseñada: césped natural o artificial, nunca asfalto o superficies abrasivas.
A diferencia de otros deportes como el básquet o el fútbol, las pelotas de pádel no se inflan con una válvula convencional, ya que vienen presurizadas de fábrica. Sin embargo, mantener esa presión original es clave para su rendimiento. Con el uso y el paso del tiempo, la presión interna baja, y eso genera una pérdida de rebote, velocidad y sensación en el golpeo.
¿Qué podés hacer?
• Usá presurizadores o tubos presurizados para conservar las pelotas entre partidos. Estos envases herméticos permiten mantener o incluso recuperar parte de la presión original.
• No uses bombas convencionales ni intentes inflarlas por tu cuenta, ya que podés dañarlas fácilmente.
• Si querés estirar la vida útil de las pelotas para entrenamientos, los presurizadores son una inversión que vale la pena.
Limpieza y Conservación
• Usá un paño seco o un cepillo suave para retirar restos de polvo o césped.
• Si están muy sucias, podés pasarles un paño apenas húmedo con agua y dejarlas secar al aire, lejos del sol.
• No las laves a mano con jabón ni las sumerjas en agua, ya que esto daña el fieltro y reduce su rebote.
• Una limpieza rápida después del partido evita que la suciedad se adhiera de forma permanente.
Almacenamiento Adecuado
• Almacenalas en un lugar fresco, seco y lejos del sol directo.
• Usá el mismo tubo en el que vinieron o, si es posible, un presurizador.
• Evitá lugares con humedad, temperaturas extremas o exposición al calor (como el baúl del auto).
• No dejes las pelotas sueltas dentro del bolso o mochilas con objetos que puedan aplastarlas.
• Si vas a guardar las pelotas por varios días sin jugar, cerralas en el tubo original bien ajustado para conservar mejor la presión.
Consejos prácticos según tu nivel
Principiante
• Podés reutilizar pelotas de menor presión para prácticas básicas.
• No es necesario cambiar la pelota en cada partido.
• Invertí en un tubo económico de 3 pelotas y cuidalas con lo básico.
Intermedio
• Empezá a notar diferencias entre pelotas nuevas y gastadas.
• Considerá el uso de presurizadores.
• Alterná entre pelotas para partidos y otras para entrenamientos.
Avanzado
• Jugá siempre con pelotas en óptimo estado.
• Usá presurizador y rotá las pelotas según la frecuencia de juego.
• Prestá atención al tipo de superficie donde jugás, ya que influye en el desgaste.
Mantenimiento y Cuidados de tu Bicicleta
1- Limpieza Regular: Usa un paño húmedo, jabón suave y un paño seco para limpiar el cuadro, las ruedas y los componentes. Si es estrictamente necesario, podríamos usar una manguera sin que tenga mucha presión, ya que es muy mala tanto para la horquilla, como para los puntos de giro, como pueden ser la dirección, los bujes o los ejes, la presión del agua puede dañar los rodamientos.
2- Lubricación de la Cadena: Aplica lubricante específico para bicicletas cada pocas semanas o después de un paseo bajo la lluvia. Debe realizarse cuidadosamente, incluyendo un lavado previo antes de engrasarla.
3- Revisión de Frenos: Asegúrate de que las pastillas de freno no estén desgastadas y que los cables funcionen correctamente.
4- Controla la presión de las ruedas: Llevar una presión inadecuada hará que no disfrutes bien de tu salida en bici. Puedes pinchar, dañar la llanta o en el peor de los casos puede provocar una caída.
5- Ajuste y revisión de componentes. El correcto ajuste de los componentes de tu bicicleta es fundamental para evitar desgastes y prevenir accidentes. Asegúrate de que los tornillos estén bien ajustados, pero no apretados en exceso.
• ¿Qué partes debes revisar?
Manillar y potencia: Asegúrate de que no haya juego y que los tornillos estén bien apretados.
Bielas y pedales: Si notas crujidos o movimientos inusuales, revisa la fijación y engrasa si es necesario.
Bujes de las ruedas: Si hay fricción o juego lateral, puede ser necesario un ajuste o mantenimiento más profundo.
Tija del sillín: Verifica que esté bien sujeta y ajusta la altura según tu postura ideal.
1- Limpia tu bicicleta. Sobre todo si tu salida ha sido en condiciones de polvo o barro.
2- Seca bien tu bicicleta. ¡Evita óxidos!
3- Controla de nuevo la presión de los neumáticos. Descubre si pierden presión o no.
4- Con el tiempo, algunos componentes de la bicicleta se desgastan y pierden eficacia, afectando la seguridad y el rendimiento. Es importante revisarlos periódicamente y reemplazarlos cuando sea necesario.
Principales componentes que requieren sustitución:
Cadena: Se recomienda cambiarla entre los 3.500 y 7.000 km, dependiendo del uso y las condiciones climáticas.
Cassette: Se debe sustituir aproximadamente con cada segunda cadena para mantener una transmisión eficiente.
Cubiertas: Si la banda de rodadura está muy desgastada o presentan grietas, es momento de cambiarlos.
Pastillas de freno: Cuando pierden grosor o presentan un desgaste irregular, es necesario reemplazarlas.
Mantén estos consejos en mente y disfrutarás de una bicicleta en óptimas condiciones por mucho tiempo.
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